La integración de la Inteligencia Artificial Generativa (IAG) está redefiniendo el panorama de la tecnología educativa, especialmente en la formación docente para el área de informática. Esta evolución, que se ha consolidado como un componente indispensable en el siglo XXI, busca enriquecer la experiencia de aprendizaje y fomentar habilidades digitales cruciales. La IAG, capaz de crear contenido original y simular la inteligencia humana, presenta oportunidades sin precedentes y desafíos significativos, haciendo imperativa la preparación de los futuros educadores para su integración efectiva y responsable.

La IAG emerge como un cambio de paradigma, distinguiéndose de la IA tradicional por su capacidad de generar contenido nuevo y original (texto, imágenes, audio, video). Esto permite una personalización masiva del aprendizaje, adaptando contenidos y metodologías a las necesidades individuales de cada estudiante, fomentando la creatividad digital y la interactividad. Puede actuar como un asistente pedagógico para docentes, automatizando tareas y ayudando en la creación de materiales, y como un tutor virtual para estudiantes, ofreciendo apoyo individualizado.

En este nuevo contexto, el rol del educador evoluciona de ser un transmisor de conocimiento a un guía, mentor y facilitador del aprendizaje. El docente se convierte en un diseñador de experiencias dinámicas, ayudando a los estudiantes a navegar la vasta información y a desarrollar pensamiento crítico. La formación continua en el uso ético y pedagógico de la IA es crucial, priorizando la conexión humana, la inteligencia emocional y la experiencia pedagógica, elementos que la tecnología no puede reemplazar. La integración estratégica de la IAG, junto con el enfoque en el desarrollo integral del estudiante, es esencial para una educación en informática más efectiva, inclusiva y preparada para el futuro.